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VISITA PASTORAL A LA ARCHIDIÓCESIS DE MILÁN
Y VII ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS
(1-3 DE JUNIO DE 2012)

PALABRAS DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
EN EL ALMUERZO EN EL ARZOBISPADO

Domingo 3 de junio de 2012

 

Al final del almuerzo celebrado en el arzobispado milanés el domingo 3 de junio, los cardenales Scola y Tettamanzi dirigieron palabras de saludo al Papa. El arzobispo emérito le entregó además una valiosa copia del Evangeliario ambrosiano —realizada por grandes artistas actuales— que lleva en portada una representación iconográfica de la Jerusalén del cielo. Benedicto XVI respondió, improvisando, con las siguientes palabras.

Queridos amigos, me parece muy hermoso el hecho de que al final hayamos llegado de nuevo a la Palabra de Dios, que es la clave de la vida, la clave del pensar, del vivir: así comenzamos y concluimos con la Palabra de Dios. Estamos en el ámbito de la verdadera vida. Y simplemente quiero dar las gracias por todo lo que he vivido en estos días: por esta experiencia de la Iglesia viva.

Aunque alguna vez se pueda pensar que la barca de Pedro se encuentra realmente a merced de los vientos contrarios difíciles, vemos que el Señor está presente, vivo; que el Resucitado está realmente vivo y tiene en su mano el gobierno del mundo y el corazón de los hombres. Esta experiencia de que la Iglesia está viva, que vive por el amor de Dios, que vive por Cristo Resucitado, es —podemos decir— el don de estos días. Por eso, demos gracias ante todo al Señor.

Y gracias también al cardenal Scola, al cardenal Tettamanzi, a sus colaboradores, a todos —son numerosos los que han colaborado— y a todos los que han festejado con nosotros.



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