Index   Back Top Print

[ ES ]

VIAJE APOSTÓLICO A BRASIL

PALABRAS DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
IMPROVISADAS DURANTE SU VISITA AL COLEGIO SAN AMERICO


São Paulo
Jueves 3 de julio de 1980

 

Queridísimos niños y niñas:

El Papa está muy contento de encontrarse entre vosotros, porque le gustan mucho los niños. Y le gustan también a Dios Señor nuestro y a Jesús. Por ello, un abrazo en nombre de Jesús; ¿estáis contentos? Vosotros sabéis que el Papa, los obispos, vuestro cardenal se ponen tristes cuando las cosas van mal en alguna parte.

Os habréis dado cuenta u oído que muchos niños, incluso en Brasil, no tienen bastante para comer, no pueden ir a la escuela porque no tienen vestido ni comida, y nadie les cuida, están por las calles porque no tienen casa; están abandonados o son maltratados sin tener a nadie que les hable de Dios. ¿Y qué podemos hacer? Quiero deciros que Dios les ama, está con todos siempre y todos son importantes para El. Por tanto, Dios piensa en cada uno de vosotros. ¿Sabéis por qué? Pues para que el mundo de los hombres sea mejor y no haya tantos niños y niñas que sufren. Por esto tenemos que hacer como Jesús. Debemos ser buenos todos, rezar, hacer lo que Dios quiere de nosotros, desear lo bueno, estar contentos y dar alegría a todos. En una palabra, debemos amar; amar a Dios sobre todas las cosas y amar a las otras personas como deseamos hagan los demás con nosotros. Debemos pasar la vida haciendo el bien como Jesús, y Dios estará contento de nosotros.

Esto es lo que os enseñan las personas mayores y también aquí los sacerdotes, ¿no es verdad? A ellos, a vuestros papás, a vuestros parientes, a todos los que os hacen bien, envío mi saludo y bendición deseándoles felicidad. Antes de bendeciros, pidamos a la Virgen, Madre nuestra celestial y Madre de Jesús, que le dé gracias a El por nosotros y le diga que queremos ser buenos.

 



Copyright © Dicastero per la Comunicazione - Libreria Editrice Vaticana