Index   Back Top Print

[ ES ]

VIAJE APOSTÓLICO A EXTREMO ORIENTE

PALABRAS DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
DURANTE LA VISITA A LA CATEDRAL VIEJA DE NAGASAKI


Jueves 26 de febrero de 1981

 

(Juan Pablo II visitó el museo y la catedral vieja y allí improvisó estas palabras ante el gran número de personas presentes, de las que muchas eran religiosas)

Me impresiona hondamente encontrarme en este lugar, en la catedral vieja de Nagasaki, la catedral de la Iglesia católica construida al terminar la persecución, cuando hubo libertad y se autorizó la vuelta. Me impresiona fuertemente encontrarme con toda esta pobreza y sencillez y con la tumba del primer obispo. Es ésta la primera emoción que estoy sintiendo. La segunda es que la Iglesia en Japón es verdaderamente "pusillus grex", una Iglesia pequeña, no muy amplia en cuanto al número de personas, pero muy rica; rica en mártires y en almas consagradas. Estáis aquí muchas religiosas y candidatas a serlo: novicias y postulantes. Es rica en vocaciones, martirio y virginidad. Por esto, teniendo dos dimensiones —pocos católicos y muchos mártires y muchas vocaciones—, ¿cómo la debemos juzgar? ¿Es pobre o rica? Evangélicamente es rica y nos da mucha esperanza, como nos da gran esperanza esta catedral de Nagasaki con su pobreza.

 



Copyright © Dicastero per la Comunicazione - Libreria Editrice Vaticana