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DISCURSO DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
A DIFERENTES GRUPOS DE PEREGRINOS JUBILARES 
Y DE LA ARCHIDIÓCESIS DE TOLEDO


Sábado 16 de diciembre de 2000

 

Amadísimos hermanos y hermanas: 

1. Habéis venido también hoy en gran número para esta cita jubilar. Gracias por esta grata visita, que se inserta en vuestra peregrinación a las tumbas de los Apóstoles. En el año del gran jubileo queréis renovar vuestra profesión de fe en Cristo, nuestro Salvador. Os saludo con afecto y de buen grado os acojo en esta gran plaza, meta diaria de muchísimos peregrinos procedentes de todas las partes del mundo.

2. Con gran gozo os doy la bienvenida, peregrinos jubilares de la archidiócesis de Toledo y de otras diócesis españolas, venidos a Roma para participar en la solemne celebración eucarística en rito hispano-mozárabe en la basílica de San Pedro. Saludo con afecto a mons. Francisco Álvarez Martínez, arzobispo de Toledo y superior responsable del rito hispano-mozárabe, y le agradezco las cordiales palabras con las que se ha hecho intérprete de vuestros sentimientos.

La celebración que acabáis de realizar según vuestro antiguo y venerable rito hispano-mozárabe se une en este Año santo a la serie de celebraciones jubilares tenidas en Roma en los diversos ritos y tradiciones litúrgicas de la Iglesia, tanto del Oriente como del Occidente. Con ellas se ha puesto claramente de relieve la unidad de la fe católica en la diversidad legítima de sus múltiples expresiones históricas y geográficas.

Queridos hermanos, no es la primera vez que han resonado aquí las bellas melodías mozárabes y los poéticos textos litúrgicos del antiguo rito hispano, conservado con fervor por la comunidad mozárabe de Toledo. Después de una primera celebración durante las sesiones del concilio Vaticano II, yo mismo tuve la inmensa dicha de presidir el día de la Ascensión del Señor de 1992 la celebración de la Eucaristía en rito hispano-mozárabe. En aquella ocasión afirmé que la liturgia hispano-mozárabe representa una realidad eclesial, y también cultural, que no puede ser relegada al olvido si se quieren comprender en profundidad las raíces del espíritu cristiano del pueblo español. Hoy quiero añadir que, ante los grandes desafíos del momento presente, es preciso sacar de sus abundantes tesoros espirituales y culturales una ayuda válida para fortalecer la fe cristiana de vuestras gentes y, al mismo tiempo, una guía segura para orientar la tarea evangelizadora del tercer milenio en sintonía con la espiritualidad de vuestros antepasados y la idiosincrasia del pueblo español.

¡Amados hijos de Toledo y de España, no temáis ante los grandes retos del presente! Avanzad confiados por el camino de la nueva evangelización, el servicio caritativo a los pobres y el testimonio cristiano en cada realidad social. Caminad con alegría, lleváis con vosotros una rica y noble tradición cristiana. Muchos santos y santas han hecho de vuestros pueblos y ciudades una tierra de santidad. Seguid su ejemplo, recorred el sendero de la santidad. Sed apóstoles de nuestro tiempo, confiando siempre en la ayuda de Dios.

Os acompañe y sostenga la Virgen María, estrella del Adviento. ¡Con cuánto fervor vuestra liturgia hispano-mozárabe alaba su perpetua virginidad!:  "De su pudoroso seno virginal salió Jesús como un rayo de luz purísima (...) ¡Oh inefable acción de Dios! El Hijo unigénito de Dios sale de las entrañas maternas sin abrir la vía natural del parto. Al ser concebido y al ser alumbrado sella el seno de la Virgen y lo deja intacto". A ella encomiendo vuestras familias, vuestros niños y jóvenes, vuestros enfermos y ancianos, e invocando la protección del santo arzobispo Ildefonso de Toledo, os bendigo de corazón.

3. Me dirijo ahora a vosotros, amadísimos hermanos y hermanas, comprometidos de diversas maneras en el sector de la moda, que habéis venido para celebrar vuestro jubileo. En vuestro trabajo, que exige fantasía y gusto, tratáis de transmitir a los demás el amor a la belleza. Para que esto suceda plenamente, es preciso que siempre os guíen los sanos principios morales que forman el patrimonio de toda cultura auténticamente humana. Ojalá que vuestra obra, inspirada también en la belleza y en la novedad del mensaje cristiano, eleve el espíritu hacia Aquel que transforma en júbilo las fatigas de la vida. A cada uno de vosotros, peregrino a la tumba del apóstol Pedro, le deseo que haga suya esta experiencia de fe y de conversión, para celebrar con alegría el bimilenario del nacimiento de Cristo.

4. Saludo, asimismo, a los socios de la Federación nacional de las asociaciones de pesca, que han venido encabezados por su director general. Jesús en sus parábolas comparó el reino de los cielos a "una red arrojada al mar" (Mt 13, 47) y los Apóstoles a "pescadores de hombres" (Mc 1, 17). El mar es una hermosa imagen de este mundo en el que se desarrolla nuestra existencia. La humanidad surca las olas del tiempo avanzando hacia las riberas de la eternidad. Espera ser salvada por Cristo. A lo largo de su travesía, todo ser humano busca consuelo y seguridad en Cristo, al que "incluso el viento y el mar obedecen" (Mc 4, 41).

A todos os deseo que viváis esta relación con los recursos naturales respetando plenamente el ambiente marino, de forma que se salvaguarden el trabajo y el sustento también para las generaciones futuras, en una pacífica convivencia, tanto en el mar como en la tierra, entre la naturaleza y los hombres.

5. Os saludo en particular a vosotros, queridos promotores, organizadores y artistas que participáis en el simpático y característico "Derby del corazón" en el estadio Olímpico, que este año, como siempre en colaboración con la Cáritas, se propone obtener fondos para ayudar a los niños necesitados, a los niños que sufren o se encuentran en peligro. Ojalá que esta laudable iniciativa, tan amada por el público, en la inminencia de la santa Navidad lleve serenidad a los que participan en ella directamente o a través de la televisión. Que sea una contribución sencilla, pero eficaz, para eliminar cualquier barrera de discriminación social y para hacer que crezca la cultura de la acogida y la solidaridad.

6. Dirijo ahora un cordial saludo a los fieles procedentes de las parroquias de Santa María de las Gracias, en Marcellina de Roma; San Roque, en Montorio de Vomano; San Marcelino, en Caserta; San Gabino, mártir, en Camposano; así como a los fieles que han venido de Arce, Oppido Lucano, Balze di Verghereto, y a los miembros de la Archicofradía de la Misericordia de Florencia.

Amadísimos hermanos, quiera Dios que esta experiencia jubilar constituya para vosotros una ocasión de renovada adhesión a la persona de Cristo, y os estimule a vivir la Navidad ya cercana con una oración y una generosidad más intensas.

Doy también la bienvenida a los componentes de la Patrulla acrobática de las "Flechas tricolores", acompañados por mons. Angelo Comastri, arzobispo prelado de Loreto, y por el general Andrea Fornasiero, jefe de Estado mayor de la Aviación militar italiana. Al dirigirles a ellos y a sus familiares un cordial saludo, les deseo que la actividad de vuelo y sus famosas exhibiciones aéreas constituyan para todos una fuerte llamada a elevar la mirada, desde las vicisitudes terrenas, hacia las luminosas realidades celestiales.

7. Queridos jóvenes scouts unitarios de Francia, os saludo cordialmente, así como a todas las personas de lengua francesa. Que vuestra peregrinación os ayude a volver a Cristo, para recibir su gracia y un nuevo impulso para la misión, en una comunión cada vez mayor con toda la Iglesia. Os imparto mi bendición apostólica.

8. Mi afectuoso saludo va, por último, a los demás grupos de peregrinos y a los fieles que se han unido a nuestro encuentro, que se realiza precisamente al inicio de la novena de Navidad.

María santísima, que hace dos mil años acogió en su seno virginal al Verbo de Dios hecho hombre, nos ayude a preparar nuestro corazón para el Señor que viene a traer paz y salvación también en nuestro tiempo. Este es el deseo que formulo a cada uno de los presentes y que de buen grado acompaño con una especial bendición apostólica.

 



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