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DISCURSO DEL PAPA JUAN XXIII
AL SR. ACHMED SUKARNO,
PRESIDENTE DE INDONESIA
*

Jueves 14 de mayo de 1959

 

Señor Presidente:

Nos complace dar a Vuestra Excelencia Nuestra bienvenida en Nuestra casa en la que Nos sabemos que fue ya cordialmente acogida hace algunos años por Nuestro inolvidable Predecesor Pío XII de venerada memoria.

Designado por los designios misteriosos de la Providencia para recoger su sucesión, ha invadido Nuestro corazón la solicitud por las responsabilidades inherentes a este alto cargo y esta misma solicitud Nos ha hecho experimentar por todos los pueblos de la tierra, cercanos y lejanos de esta ciudad de Roma, un sentimiento de paternidad que Nos es agradable expresar en esta circunstancia a la Nación indonesa.

Nos no olvidamos que uno de los primeros cuidados de su Gobierno fue el de establecer relaciones diplomáticas con la Santa Sede, manifestando con ello una solicitud por los valores espirituales, cosa que le hace alto honor; Nos complacemos en ver otra prueba de ello en la visita que Vuestra Excelencia Nos hace en el día de hoy.

Nos conocemos y seguimos con simpatía el esfuerzo cumplido por vuestro pueblo en pro del acrecentamiento de su prosperidad en los diversos sectores de la vida civil. Los católicos quieren aportar y aportan a esta acción común un tributo generoso y activo, como corresponde a sus responsabilidades cívicas y sociales en el seno de la gran familia indonesa: los numerosos institutos educativos, hospitalarios y caritativos que han fundado y que sostienen lo demuestran con holgura. Nos regocijamos particularmente por los esfuerzos que hacen por multiplicar y perfeccionar las escuelas y por poner a disposición de los hijos de vuestro pueblo un personal docente cuya elevación moral y preparación profesional estén a la altura de la gran misión que les es confiada. Ellos han de saber – y así Nos lo esperamos – conquistarse cada vez siempre más el reconocimiento de las poblaciones a las cuales se dedican y el aprecio de los poderes públicos.

Con este deseo y con todos los que Nos formulamos por la prosperidad creciente de vuestro País, Nos es una dicha acogeros hoy en esta casa y Nos invocamos sobre Vuestra Excelencia, sobre los distinguidos personajes de su séquito y sobre toda la Nación Indonesa la bendición del Todopoderoso.


*ORe (Buenos aires), año VIII, n°383 p.2.



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