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FREDRICH OVERBECK (1789-1869)
ACUARELA SOBRE CARTÓN - MUSEOS VATICANOS

OCTAVA ESTACIÓN
El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la Cruz
    

V /. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
R /. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.

Lectura del Evangelio según San Lucas. 23, 26

Mientras lo conducían,
Echaron mano de un cierto Simón de Cirene que volvía del campo
y le cargaron la cruz para que la llevase detrás de Jesús.

MEDITACIÓN

Las primeras estrellas que anuncian el sábado
no brillan todavía en el cielo,
pero Simón ya vuelve a casa del trabajo en el campo.
Soldados paganos, que nada saben del descanso del sábado, lo paran.
Ponen sobre sus hombros robustos aquella cruz
que otros habían prometido llevar cada día detrás de Jesús.
Simón no elige: recibe una orden
y aún no sabe que acoge un don.
Es característico de los pobres no poder elegir nada,
ni el peso de sus propios sufrimientos.
Pero es característico de los pobres ayudar a otros pobres,
y allí hay uno más pobre que Simón:
está a punto de ser privado hasta de la vida.
Ayudar sin hacer preguntas, sin preguntar por qué:
demasiado pesado el peso para el otro,
en cambio, mis hombros aún lo sostienen.
Y esto basta.
Vendrá el día en el cual el pobre más pobre le dirá al compañero:
"Ven, bendito de mi Padre, entra en mi alegría:
estaba aplastado por bajo el peso de la cruz y tu me has levantado".

ORACIÓN

Jesús,
tú has caminado, decididamente,
por el camino que lleva a Jerusalén (Lc 9, 51);
tus sufrimientos han hecho que seas
guía de los hombres en el camino de la salvación (Hb 2, 10).
Tú eres nuestro precursor en el camino de tu Pascua (Hb 6, 20).
Ven en ayuda de todos los que,
conscientes u obligados por acontecimientos oscuros,
caminan siguiendo tus huellas,
tú que has dicho:
"Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados" (Mt 5, 5).

Jesús,
aliviado del peso de la cruz por Simón de Cirene,
para que él, compañero inconsciente en el camino del dolor,
fuese tu amigo y huésped en la morada de la gloria eterna.

R /. A ti la alabanza y la gloria por los siglos.

Todos:

Pater noster, qui es in cælis:
sanctificetur nomen tuum;
adveniat regnum tuum;
fiat voluntas tua, sicut in cælo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie;
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris;
et ne nos inducas in tentationem;
sed libera nos a malo.
 

Tui Nati vulnerati,
tam dignati pro me pati,
poenas mecum divide.

   

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