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JUAN PABLO II

ÁNGELUS

Domingo 6 de febrero de 2005

 

El domingo 6 de febrero, a la hora del Ángelus, Juan Pablo II se asomó a la ventana del hospital Agostino Gemelli de Roma  para bendecir a los presentes. Monseñor Leonardo Sandri, sustituto de la Secretaría de Estado, leyó la meditación mariana del Papa, que ofrecemos a continuación.

1. Hoy me dirijo a vosotros desde el hospital policlínico Agostino Gemelli, donde me encuentro desde hace algunos días asistido con amorosa solicitud por médicos, enfermeros y personal sanitario, a los que doy las gracias de corazón.

Os expreso mi agradecimiento a todos vosotros, amadísimos hermanos y hermanas, y a cuantos en todas las partes de la tierra están cerca de mí, por el sincero y partícipe afecto que durante estos días he percibido de modo particularmente intenso.

A todos y a cada uno aseguro mi gratitud, que se traduce en invocación constante al Señor según vuestras intenciones, por las necesidades de la Iglesia y por las grandes causas del mundo. Así, también aquí, en el hospital, entre los demás enfermos, a los que dirijo mi afectuoso saludo, sigo sirviendo a la Iglesia y a toda la humanidad.

2. Se celebra hoy en Italia la Jornada en favor de la vida. En el Mensaje publicado para esta ocasión, los obispos italianos ponen de relieve el misterio de la vida como relación, que requiere confianza. Es preciso confiar en la vida.

Confianza en la vida reclaman silenciosamente los niños que aún no han nacido.

Confianza piden también los numerosos niños que, habiendo quedado sin familia por diversos motivos, pueden encontrar un hogar que los acoja a través de la adopción y del cuidado temporal.

3. Por tanto, pienso con especial solicitud en el amado pueblo italiano y en todos los que se interesan por la defensa de la vida naciente. En particular, apoyo a los obispos italianos, que siguen exhortando a los católicos y a los hombres de buena voluntad a defender el derecho fundamental a la vida, en el respeto de la dignidad de toda persona humana.

Que María, Reina de las familias, nos ayude a vencer el "desafío de la vida", que es el primero entre los grandes desafíos de la humanidad de hoy.

 



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