ALOCUCIÓN DEL PAPA JUAN PABLO II
A UN GRUPO DE NIÑOS DE LA ACCIÓN CATÓLICA ITALIANA

Lunes 21 de diciembre de 1981

Queridísimos muchachos de Acción Católica:

Os agradezco cordialmente vuestra venida aquí con el consiliario general, mons. Giuseppe Costanzo, y el profesor Alberto Monticone, presidente nacional, para expresarme personalmente vuestra calurosa Juan Pablo IIy la de los pertenecientes a las otras ramas de la Acción Católica Italiana, en vísperas de las fiestas de Navidad.

Correspondo de corazón a este gesto delicado, con los mejores deseos de que en estos días santos, en que el corazón y los ojos de todos los fieles se centran en el misterio de Belén, se vea cumplido para vosotros cuanto de bueno y hermoso deseáis: bienestar físico y espiritual, serenidad y alegría. Sabéis que estos bienes proceden de Jesús, a quien admiráis estos días en los nacimientos de vuestras iglesias y de vuestras casas.

Ojalá haga El renacer en cada uno de vosotros un impulso nuevo en el empeño que ponéis en ser chicos estupendos en casa, en la escuela y en las reuniones de Acción Católica; que suscite también en vuestro ánimo una fe fuerte, sencilla y gozosa tal que la comuniquéis a cuantos encontráis en vuestros ambientes.

Mis deseos se extienden asimismo a vuestros coetáneos esparcidos por toda Italia y el mundo. El Salvador esperado sea para todos portador de salvación, luz, esperanza y vida nueva; y, sobre todo, de fortaleza y consuelo para los chicos y chicas que sufren y lloran a causa de la guerra, la violencia, el terremoto, la sequía y el subdesarrollo. Estos no pueden ser olvidados, pues su situación los acerca más a la humildad, pobreza y dolor que marcaron históricamente el nacimiento del Niño Jesús. Por ello, mientras revivís el misterio que santos y artistas han tratado de representar con devoción, tened sentimientos y gestos de solidaridad cristiana con todos los niños pobres y necesitados.

Con estos sentimientos os imparto muy gustoso una bendición especial, que extiendo a vuestros padres, amigos y todos vuestros seres queridos.