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DISCURSO DEL PAPA JUAN XXIII
 A LOS MIEMBROS DE LA LEGIÓN DE MARÍA
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Miércoles 13 de julio de 1960

 

Nos sentimos dichosos de acogeros en nuestra casa, queridos hijos que venís de numerosas diócesis de Francia y rodeáis a nuestro venerable y muy querido hermano Joseph Sembel, Obispo de Dijon, en peregrinación de acción de gracias junto al sepulcro de los gloriosos Apóstoles, con ocasión del vigésimo aniversario del nacimiento de la rama francesa de la Legión de María.

¡Qué trabajo tan excelente habéis llevado a cabo en el campo del Señor en el transcurso de esos veinte años! De todo corazón os felicitamos por ello y os animamos a que seáis más que nunca los Apóstoles de Cristo en este mundo, que tanto necesita de El, siempre en "colaboración y coordinación con las diferentes formas de apostolado de los seglares." (Discurso de Su Santidad Pío XII a los participantes en el II Congreso Mundial del Apostolado Seglar, AAS., XXXXIX, página 923, 5 de octubre de 1957.)

Que esta peregrinación sea para vosotros la ocasión de renovar vuestra buena disposición hacia el Señor, de afianzar la fe animosa, que necesitáis para llevar a Cristo a las almas que lo esperan de vosotros, y de desarrollar el espíritu de humildad y de oración, tan indispensable para la fecundidad de vuestro apostolado. Suplicad con fervor a la Santísima Virgen María, bajo cuyo patrocinio trabajáis, que os ayude a ser cada vez más dóciles a las inspiraciones del Espíritu Santo, animador divino de vuestra acción apostólica.

Así, con ardor y celo renovados, podréis continuar en vuestras parroquias vuestro papel de testigos activos de Jesucristo y vuestra tarea de servidores del Evangelio. Fecundados así los contactos personales, las visitas fraternas, las reuniones de amistad, que fomentáis, darán abundantes frutos sobrenaturales.

De este modo, por vuestra mediación, Cristo visitará a los enfermos, a los débiles, a los ancianos, a los prisioneros, y os inspirará una caridad fraternalmente compasiva por todos los que sufren. ¡Qué hermosa obra de misericordia y qué adecuada para dar a conocer a tantos hombres, que lo ignoran, el verdadero semblante de la Iglesia Católica!

Sed, pues, queridos hijos, en este apostolado vuestro y bajo los dignos émulos de vuestros hermanos, quienes en situaciones delicadas fueron, no hace mucho, por su heroísmo la admiración del mundo católico, y a los que se dirigen en este momento nuestras oraciones y nuestro afecto.

De todo corazón invocamos la abundancia de los favores divinos sobre todos vosotros, en primer lugar sobre el Obispo que os ha conducido hasta Nos, sobre vuestro querido Presidente, nuestro venerable hermano Patrice Flyn, Obispo de Nevers, custodio de la urna de Santa Bernardita, junto a la cual nació vuestro movimiento en Francia. Y de buen grado os impartimos también a vosotros, a vuestras familias, a vuestros responsables nacionales y directores espirituales, en prenda de abundantes gracias, una copiosa Bendición Apostólica.


* Discorsi, messaggi, colloqui, vol. II págs. 436-437.

 



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