MENSAJE DEL SANTO PADRE PABLO VI
AL PRESIDENTE DEL ENCUENTRO INTERNACIONAL PARA EXAMINAR LOS PROBLEMAS DE LA PAZ

Al Doctor Robert M. Hutchins
Presidente del Encuentro Internacional
para examinar los Problemas de la Paz.

La ilustre asamblea que, compuesta por eminentes personalidades, Ud. presidirá en Nueva York este mes, se aplica a estudiar los problemas de la paz en el mundo en concordancia con las enseñanzas de Nuestro venerado Predecesor, el Papa Juan XXIII en su Encíclica «Pacem in terris».

Tal propósito no puede menos que encontrar Nuestra cordial -aprobación y aliento y por ello deseamos a los participantes toda la clase de éxito y satisfacción en sus investigaciones para hallar soluciones duraderas a un problema tan vital. Tales soluciones, si se basan en la admirable doctrina del documento papal, excluirán seguramente todo recurso aparente que ignore la existencia y los derechos del Creador, o que degrade la dignidad y la integridad de su creatura, el hombre, sobre quien El hace brillar la luz de su divino rostro (Sal 4, 7).

«¡Muy gloriosas cosas se han dicho de ti, ciudad de Dios!» (Sal 86, 3) La humanidad estará unida en esta ciudad cuando acepte a Dios corno fundamento de toda justicia y de toda fraternidad; bajo El y con su gracia, el hombre se organizará en una sociedad pacífica y universal. El reconocimiento de este plan divino se deberá prolongar luego por su puesta" en obra con la buena voluntad entre los hombres, la hermandad y el amor fraterno de los hijos de un, mismo Padre celestial.

Expresamos por lo tanto Nuestra cálida estima a los organizadores del Encuentro, por el honor rendido a la memoria del amado Pontífice, Predecesor Nuestro. Invocamos las mejores gracias de luz y guía sobre las deliberaciones del Encuentro Internacional, para que pueda promover exitosamente no sólo la idea de la paz, sino también la realidad de la misma entre los hombres y las naciones, especialmente en este año llamado «el año de la Cooperación Internacional». Y deseamos tanto a Ud. como a los promotores, conferencistas y a todos los participantes en la asamblea, elegidas bendiciones de lo alto.

Del Vaticano, 5 de febrero de 1965.

PAULO PP. VI

*ORe (Buenos Aires), año XV, n°648, p.8.