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SALUDO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LA SELECCIÓN DE FÚTBOL DE ITALIA

Sala adyacente al Aula Pablo VI
Domingo, 13 de octubre de 2019

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¡Gracias por esta visita! Me sienta bien ver vuestro valor después de un juego: venir aquí tan pronto ... Se ve  que aquí hay “mística” (espíritu) Gracias. Muchas gracias

Habéis estado con los niños [del Hospital Bambino Gesù]; lo sé, y allí brotó esa ternura que todos tenemos, pero que muchas veces escondemos, está escondida por dentro. Pero la ternura siempre sale cuando tenemos de frente a un niño, ¿no?

Mientras entraba, he visto a la izquierda, un cuadro, una fantasía sobre la creación del mundo. Cuando salgáis, miradlo. Son las manos de Dios que hacen nacer a un niño. El artista pensó que cada nacimiento es una creación. Siempre es una creación, incluso esas veces en que la creación no sale perfecta y hay niños que sufren, como habéis visto durante la visita, y también conocéis “el abecé”, como una cruz en la familia, a veces . Pero son las manos de la ternura. En el lenguaje para comprender a un niño y acercarse a él hay ternura, siempre. Lo único que el niño entiende y que nosotros frente a un niño empezamos a entender: el lenguaje de la ternura. Sé que estuvisteis allí con ellos. Gracias por este tierno gesto. Gracias.

Y luego, el balón [que regalaron a los niños]. Les habéis dado algo precioso. Don Bosco también decía: “¿Cómo pueden ser felices los niños, cómo reunir a los niños? ―en esa época, en los barrios pobres y abandonados―: echa un balón a la calle y enseguida llegarán los niños”. El balón atrae. Recuerdo que había una pequeña plaza a pocos metros de mi casa. Allí jugábamos, pero no siempre teníamos un balón a disposición, porque entonces el balón era de cuero, era muy caro. Todavía no había plástico, todavía no había balones de goma... Había una pelota de trapo. Incluso con una pelota de trapo, se realizan milagros. Y los niños de Mozambique, cuando estuve allí, me trajeron una pelota de trapo. Ellos juegan así. Es importante tener un balón allí, de todas formas porque van detrás de él.

Hay una película argentina que se titula Pelota de trapo, donde se ve la “mística” [el espíritu] de lo que usted [el Presidente de la FIGC] dijo, también con una pelota de trapo. Una película quizás de los años 40, bien hecha, muy bella, poética.

Os dejo con estas dos obras artísticas: lo que dije [el cuadro], la ternura de Dios en la creación de cada persona, de un niño; y Pelota de trapo, la película. Tal vez os gustaría verla. Y gracias, muchas gracias por este gesto, este gesto de grandes hombres capaces de ternura, de acercarse a un niño. Quizás más de uno de vosotros más tarde, cuando estaba solo,  lloró. A lo mejor fue así. ¡La ternura siempre nos traiciona! Uno hace un gesto de ternura y luego llora en secreto, ¡porque es así! La vida es así. Muchas gracias. Son gestos que hacen el bien, son gestos que dan salud, dan salud. Gracias.

Y ahora me gustaría saludaros uno por uno.


Boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, 14 de octubre de 2019.

 



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